lunes, 14 de diciembre de 2015

MUSEO JUDIO DE BERLIN


CONCEPTO

El arquitecto se inspiró en el libro de Walter Benjamín “Einbahnstrasse” (calle de un solo sentido) y la ópera de Arnold Schönberg, "Moses und Aron", una obra de 3 actos cuyo acto final es incompleto. Libeskind quería que su edificio sea la culminación de esta obra.

La forma quebrada del edificio representa la tortuosa historia de los judíos en Alemania, pero también es una estrella de David desdoblada; La forma del edificio quiso respetar la presencia de árboles existentes, doblándose ante la presencia de ellos, pero fundamentalmente buscó orientarse a sitios de eventos y personalidades históricos relativas a los judíos en Berlín.

PLANTA

La planta del edificio parte de una línea picuda con forma de rayo.

Esta línea quebrada podía haber continuado en cualquier dirección porque parece no terminar.

Existe otra línea recta oculta, en la planta del museo, que atraviesa todo el edificio y desde la cual se articula esa característica forma de “rayo”. La forma picuda que tiene la planta hace que esta línea recta esté interrumpida a trozos. Estas dos son las bases fundamentales de su diseño. 






VISTA INTERIOR Y EXTERIOR

El Museo Judío de Berlín cómo un edificio, por sí mismo, puede transmitir al visitante unas experiencias y sensaciones únicas.

Con la arquitectura se puede conmover, inquietar y emocionar, conectar al individuo con la historia y hacerle reflexionar. Tanto es así, que este museo abrió sus puertas… ¡vacío! Sin nada que exponer, sólo sus paredes desnudas y su propia capacidad de ser percibido y recorrido, experimentado y vivido.









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